martes, 27 de noviembre de 2007

GABRIELA PONCE


Gabriela Ponce es una de las nuevas voces de la poesía ecuatoriana, ella es una joven otavaleña que escribe desde la honda valentía de reproducir el mundo desde el espejo de su pluma; un mundo al revés victima de la polución humana, un mundo injusto donde el látigo del hambre azota, la corrupción viste de frac; un mundo donde casi siempre los peores son los que nos gobiernan


Hacía rato que la belleza humana es administrada por un dictador llamado don dinero; se soborna conciencias y almas; ya ni siquiera los presidentes son quienes gobiernan en sus respectivos pueblos, sino mas bien las transnacionales son quienes deciden el destino de mujeres y hombres.
Gabriela es una poeta con carácter ecológico, egresada en Recursos Naturales Renovables; ella siente el desequilibrio humano pero aún vibra con lúdicos juegos en donde la infancia le gana la partida a ese maldito calambre de la madurez incierta


También ha incursionado en la pintura y en la danza contemporánea.
Es en la Página Cero (Taller poético teatral) donde comenzó a mostrar su obra poética y este es el grupo con el que ha trabajado en Imbabura desde el 2001

La poesía de Gabriela Ponce es de corte social y erótico, sus versos son flechas de Cupido que enamoran a ojos y oídos। Ella ama y siente la vida. Ella atisba desde el cielo a sus sueños y donde pone el ojo coloca el verso.


Hasta hoy cuenta con tres publicaciones colectivas:
- La voz de Eros (Antología de poesía erótica femenina).
- Refundarte (Antología de poetas imbabureños)
- Mujer, imagen y testimonio (Premio en testimonio escrito).
Como publicación individual cuenta con: Clave de Sol, su primer libro
En la actualidad esta dejando curar sus alas rotas y mientras camina danza en el inframundo con hadas, duendes y demonios





DÉJAME



Déjame rozar
tu cuerpo
para abismarme en el hastío
de ambigüedades vanas
para romper mis alas
y reencontrarte en los pedazos de mi piel.
Déjame reinventar
la metamorfosis orgásmica
de la Luna de Acuario.
Y dibujar en tus nalgas
libélulas cósmicas en una muerte temprana
Déjame habitar tu templo
Y en el efecto letárgico de tu sudor
puperponerme a la oración
en antagónicos espasmos
consagrarte en mi cuerpo.
Déjame viajar con el hilarante
sonido de tus pasos
en la cabellera amorfa de tus sueños pintados.
Al final de este sueño…
Déjame perderte
déjame joderme
déjame... dejarte


INCITACIONES TEMPRANAS



Una flor me seduce
mientras mis pistilos
acometen incesto con la LUNA
Las estrellas guiñan sus ojos
y yo repaso tu lengua en mi boca
mis párpados te encierran.
En un beso bilengual
te enredas en mis dientes
me desarmo como un puzzle
mi cuerpo se deslíe.
Acaricio las llamas
para calentar tu sexo
Quiero abrir mis piernas
para caer en tus manos
y desgarrar las ropas de papel
las luces de la ciudad desentrañan orgasmos
Tu preguntas
¿Sobrevivo?
Yo respondo
Solo vive.

TACTO




Dibujo tu cuerpo en la nada
acaricio tu ardor en el aire
y fustigo tu recuerdo.
Sumerjo mi vida
en fatalidades eternas
que escudriñan
follajes cerebrales a deshoras.

Conjuro a tu templo
en noches de alas cortadas
entre delirios iracundos
de constelaciones muertas.
Alucino tu enlunada piel
me calzo en tu sombra
y me pierdo en tu no ser.

ROMPECABEZAS



El colérico fulgor de tu recuerdo
ha formado entre fantasmas nocturnos
este rompecabezas humano
que se arma y desarma en ataviada cópula
El estremecimiento de mis senos desnudos
que rememoran entre cenizas
tus húmedos labios
y como diablo agazapado
codicio tu caprichoso apéndice
que acaricio en silencio
acicalo tus formas
y desdibujo tu cuerpo

EXHUMACION

Tu adiós
me golpea el pecho
y doy despasos a mi vida

Una cuchara revuelve
el grito contenido en la garganta
mientras se fumiga la selva colombiana
y las ánimas se mueren de hambre
(ADUANA RETIENE SUEÑOS)

Se le caen las alas a los pájaros
¿LA ADAPTACIÓN ES NECESARIA?
Cambia el ángulo de inclinación de la tierra
y un susurro se calla en mi boca

Se destrozan los sueños
Se deshojan los cuerpos
EL PLANETA DE DEFIENDE O DE ACABA

En este segundo tiempo todo da igual
sí aún reposo desnuda
en el umbral de tu cama

WELCOME



En el cóncavo adagio
de esta hije puta vida
se desgarran las dolorosas pisadas del destino
Encuentro nefastos misterios en tu lecho
Como siempre
los consumo y deshago…
Forjo un cerco de llanto y karma
Me quedo después …
Con nada
Y sigo con ganas de darle la vuelta al mundo
sentar el tiempo al revés
abrir los ojos para dormir
aún espero ganarle un verano a este invierno

Y hoy
justamente hoy
instalo un OPEN en mi sexo
¿Qué esperas?
- Entra -
Rebusca
Destruye
Pero por favor
cuando salgas
CIERRA LA PUERTA



CORAZÓN

Córtate las venas corazón
Bebe la miel
De tu cuerpo
Auséntate
Violéntame
Despídeme de tu sueño
¿No sé?...
No siento
La nada atrofia
¿Qué significa trascender?
Y para que demonios la eficacia
el fruto o la conclusión
Para que esto
Para que, te quiero
Síndrome de utilidad
¿Se acaba el mundo o comienza?
¡Sí! quiero besarte
¡Sí! Quiero ingresar en tu pensamientos
¡Sí! Quiero
Córtate las venas corazón
Ya no encuentro palabras
Ya no hay diccionarios
Ya no estoy
Me despido
Adiós.

Poema

El poema me agarra, me escapo,
el poema me persigue, me mutila,
a pesar de todo sigo viva
El poema se enclaustra en mi poca noche
y en un pronto amanecer me suspira
El poema , duerme, late, gesticula entre mis pasos.
El poema hace el amor e inconsciente aletarga un pronto orgasmo;
quedo impávida ,
el poema me suplica lo recojo
el poema no me encuentra
ahora yo lo busco.
Estrujo al poema y lo guardo
en la solapa de algún libro calientito.
Conciliamos treguas,
perdonamos olvidos
y sonrojamos en risas.
aún lo conservo en estas páginas
donde el poema y yo soñamos
nuestra pronta muerte.


“... Solo Que Sería Lindo Levantarse Un Día Y Encontrarse Que Por Fin La Vida De Uno Depende De Uno”
MAFALDA



DEUDA EXTERNA



A quien debo agradecer
Las noches perdidas, las noches bebidas y las noches cautivas.
Los insomnios danzantes, cantantes y amantes
El destierro del mundo
El plomo en la sangre
Los mestizos glóbulos rojos
El plasma andino de mi cuerpo
Arquetipo español de los glóbulos blancos
A quien le debo
Ninguna paz y todas las penas
Manglares y arenas
Las armas nucleares biológicas y arqueológicas
Los protones y neutrones que explotan cada día en el inconsciente
A quién debo agradecer
La antihistória de la vida
La seguridad de tener utopías
El sueño de la muerte
veinte y cuatro años de guerras grabadas en la mente
el código genético de la desmemoria
A quién le debo
la segregación de mi hermano
la xenofobia de mi raza
la piel canela que me abraza
quien me heredo tanta burocracia
A quién debo
Si lo he pagado todo
A quién presto
si nací endeudada

jueves, 8 de noviembre de 2007

MEDARDO ÁNGEL SILVA ENTRE EL SIGNIFICADO Y LOS ESCAPES

Gabriel Cisneros Abedrabbo
poesialas@hotmail.com

La poesía sin importar la época, su origen o su forma, por ser un metalenguaje en constante e imparable transformación es, ha sido y será para críticos y semióticos el paradigma sin paradigma en la decodificación de la realidad. Qué puede tener el poema “Alma en los labios” del poeta Medardo Ángel Silva para entender la sociedad ecuatoriana, particularmente la guayaquileña de principios del siglo pasado, nos gustaría mucho ahondar en el personaje, en su obra y lo que está constituye en la modernidad, porque de manera indiscutible él es el más representativo exponente e la generación que en nuestro país es conocida como la generación decapitada[1]. Como decía que tiene ese poema que nos da señales, rastros de una cultura y de sus formas, pues tiene eso las grafías como signos fundamentales en la construcción simbólica de una época, grafías que dibujan profundas ausencias del hombre que se enfrenta en el modernismo a la angustia frente a la máquina.

Medardo Ángel Silva sufre el reto de la vida a temprana edad, huérfano de padre ante la crisis económica de su madre se ve obligado a buscar sustento de cualquier forma; de carácter rebelde llegó hasta el tercer curso de colegio por no tener un corte “varonil”, lo que le movió a no regresar al “Vicente Rocafuerte”, incursionó en el periodismo, amó como duende pertinaz la literatura. Su motor fue ese amor, en tan solo veinte y dos años vida escribió como si hubiese sido eterno. Él fue un hijo de ese Guayaquil agro exportador que estaba consolidando su poder frente a los terratenientes serranos y que desde el cacao había construido riquezas que le daban poder político y económico, accesos a nuevas tecnologías de transformación cultural, el automóvil, el avión, los medios de comunicación eran parte de ese mundo, en el que el poeta debió sentir sin lugar a dudas los vacíos del vapor, con los que se ahondaron las soledades de la modernidad, debió sentir la fuerza del espíritu y la frustración frente a una sociedad que no lo entendía, que no aceptaba[2] su obra, así el poemario "El árbol del bien y del mal", no tuvo ninguna acogida causando ira en el autor que destruyera en gran parte sus ejemplares.

Medardo Ángel Silva es uno de los herederos de Alfaro, de su democratización de los procesos educativos, en la liberación del yugo clerical, tiene ante si a un nuevo Ecuador fruto de la permanente confrontación de dos ideologías que durante la mayor parte del siglo XX, con algunos cambios de piel, estarían en permanente contradicción; a la par se da la revolución marxista que viviera Rusia y el auge de un pensamiento vinculado a entender el rol del hombre en un mundo metálico y a veces sin Dios. No es solo el contexto general, es el ser sensible enfrentado al desamor, a sentirse que no pertenece a ese esquema en fulgurante desarrollo. Es irónico que solo después de su muerte su sentido de ser parte de ese Guayaquil mítico haya sido acogido, es como que su trabajo literario fuera aceptado más no el poeta[3].

Sin lugar a dudas es Medardo Ángel Silva, es icono de la identidad cultural guayaquileña, por ser un hombre que a pesar de su temprana edad tuviera el valor y sobre todo la genialidad de escribir lo que escribió, icono que de ninguna forma falta en los encuentros literarios o en las conversaciones de cafetín entre los neo poetas.

Su obra vida y talento son permanentemente estudiados y cantados en la memoria viva de la gente, que sabe que murió y como vivió con la cara blandiendo los sables a la angustia, al amor y al desamor. Dentro de los planos intangibles de la cultura, Medardo Ángel Silva es aquellos que sobreviven sin necesidad de texto de estudio ya sea por el mito de su vida, por sus poemas que cantamos como pasillos o por ser el poeta que murió en la misma forma del cuento que escribiera; muerto no por la bala sino por la soledad, muerto por la angustia y la desesperación de respirar en un mundo automatizándose.

Es también el representante de una segmento que se va consolidando, la clase media alta de los intelectuales que enamoran con su pensamiento y que caen en la seducción de “los paraísos artificiales”, que acabaría luego con la vida de nuestro poeta post modernista Miguel Ángel León.

Es triste, pero indiscutible en la mayoría de los casos, que el significante de un creador toma sentido con su muerte.

1Sus integrantes se auto eliminaron y se caracterizaron por el uso e estupefacientes de forma particular la morfina.
2 Si se entiende por aceptación los niveles mercado del arte.
3 Esto pasa en ocasiones de manera reiterada con muchos escritores, la gente ama sus obras no a ellos como personas.


SELECCIÓN POÉTICA:

ESTANCIAS

Señor, no ha recorrido mi planta ni siquiera
la mitad de la senda, de que habló el Florentino,
y estoy en plena sombra y voy a la manera
del niño que en un bosque no conoce el camino.

De profundis clamavi Pastor de corazones,
da a mi alma el fuego que hizo de la hetaira una santa;
renueva los milagros de las resurrecciones;
espero, como Lázaro, que me digas: ¡Levanta!

***

Esposa Inevitable, dulce Hermana Tornera,
que al llevarnos dormidos en tu regazo blando
nos das la clave de lo que dijo la Quimera
y en voz baja respondes a nuestros cómo y cuándo;
apenas si fulgura mi lámpara encendida,
derroché mis tesoros como una reina loca,
me adelanté a la cita y, al margen de la vida,

¡ha dos siglos que espero los besos de tu boca!

***

No dicen los inviernos que no haya primavera;
en la noche más negra palpita el alba pura:
lo sabio es esperar; es fuerte quien espera
-buen sembrador- velando la cosecha futura.

Las horas en su danza llevan tan loca prisa,
que a la risa y al llanto ofrecen pronto fin:
feliz quien pueda ver con la misma sonrisa
la serpiente del bosque y el lirio del jardín.

DETALLE NOCTURNO

Un gato, grave y frío, sobre el vecino alero,
en yo no sé qué fina meditación se pierde,
contemplando la rosa de la luna de enero
con la viva esmeralda de su pupila verde.
Inclinada la testa como un Platón ideólogo
e inmóvil, en hipótesis magníficas se abstrae...
y sólo turba el hondo silencio del monólogo
la canción olorosa que alguna brisa trae.

VELADA DEL SÁBADO

Marcha la luna trágica entre nubes de gasa...
sin que nadie las toque se han cerrado las puertas...
El miedo, como un lobo, pasea por la casa...
se pronuncian los nombres de personas ya muertas...

El abuelo las lámparas, por vez octava prende...
se iluminan, de súbito, semblantes aturdidos...
Es la Hora en que atraviesa las alcobas el duende
que despierta, llorando, a los niños dormidos...

LO TARDÍO

Madre: la vida triste y enferma que me has dado
no vale los dolores que ha costado;
no vale tu sufrir intenso, madre mía,
este brote de llanto y de melancolía!
¡Ay! ¿Por qué no expiró el fruto de tu amor,
así como agonizan tantos frutos en flor?
¿Por qué, cuando soñaba mis sueños infantiles,
en la cuna, a la sombra de las gasas sutiles,
de un ángulo del cuarto no salió una serpiente
que, al ceñir sus anillos a mi cuello inocente,
con la flexible gracia de una mujer querida,
me hubiera libertado del horror de la vida ... ?
Más valiera no ser a este vivir de llanto,
a este amasar con lágrimas el pan de nuestro canto,
al lento laborar del dolor exquisito
del alma ebria de luz y enferma de Infinito!

AL ANGELUS


Atravesó la oscura galería...
al Angelus... llamaban al rosario...
La religiosa voz del campanario
vibraba en la quietud de la Abadía.
En sus manos de nácar oprimía
el viejo Kempiso el Devocionario...
La luz de un aceitoso lampadario
delató su presencia en la crujía...
Se vio palidecer su faz de nárdo...
hablaba de Eloísa y Abelardo
el llanto que la fuente diluía.
Y la Sor que en el mundo fue princesa,
inclinando la pálida cabeza,
atravesó la oscura galería.

OFRENDA A LA MUERTE


Muda nodriza, llave de nuestros cautiverios,
¡oh, Tú, que a nuestro lado vas con paso de sombra,
Emperatriz maldita de los negros imperios,
¿cuál es la talismánica palabra que te nombra?
Puerta sellada, muro donde expiran sin eco
de la humilde tribu las interrogaciones,
así como no turba la tos de un pecho hueco
la perenne armonía de las constelaciones...

Yo cantaré en mis Odas tu rostro de mentira,
tu cuerpo melodioso como un brazo de lira,
tus plantas que han hollado Erebos y Letheos,
y la serena gracia de tu mirar florido
que ahoga nuestras almas, exentas de deseos,
en un mar de silencio, de quietud y de olvido.

ANIVERSARIO

Hoy cumpliré veinte años. Amargura sin nombre
de dejar de ser niño y empezar a ser hombre;
de razonar con lógica y proceder según
los Sanchos, profesores del sentido común.

Me son duros mis años y apenas si son veinte
ahora se envejece tan prematuramente;
se vive tan de prisa, pronto se va tan lejos
que repentinamente nos encontramos viejos
en frente de las sombras, de espaldas a la aurora
y solos con la esfinge siempre interrogadora.
¡Oh madrugadas rosas, olientes a campiña
y a flor virgen; entonces estaba el alma niña
y el canto de la boca fluía de repente
y el reír sin motivo era cosa corriente!
Iba a la escuela por el más largo camino
tras dejar soñoliento la sábana de lino
y la cama bien tibia, cuyo recuerdo halaga
sólo al pensarlo ahora; aquel San Luis Gonzaga
de pupilas azules y rubia cabellera
que velaba los sueños desde la cabecera.

Aunque íbamos despacio, al fin la callejuela
acababa y estábamos enfrente de la escuela
con el "Mantilla" bien oculto bajo el brazo
y haciendo en el umbral mucho más lento el paso,
y entonces era el ver la calle más bonita,
más de oro el sol, más fresca la alegre mañanita.

Y después, en el aula con qué mirada inquieta
se observaban las huellas rojas de la palmeta
sonriendo , no sin cierto medroso escalofrío,
de la calva del dómine y su ceño sombrío.
Pero, ¿quién atendía a las explicaciones?
Hay tanto que observar en los negros rincones
y, además, es mejor contemplar los gorriones
en los nidos, seguir el áureo derrotero
de un rayito de sol o el girar bullanguero
de un insecto vestido de seda rubia o una
mosca de vellos de oro y alas de color de luna.
El sol es el amigo más bueno de la infancia;
nos miente tantas cosas bellas a la distancia,
tiene un brillar tan lindo de onza nueva! Reparte
tan bien su oro que nadie se queda sin su parte;
y por él no atendíamos a las explicaciones.
Ese brujo Aladino evocaba visiones
de las mil y una noches -de las mil maravillas-
y beodas de sueño nuestras almas sencillas
sin pensar, extendían sus manos suplicantes
como quien busca a tientas puñados de brillantes.

Oh, los líricos tiempos de la gorra y la blusa
y de la cabellera rebelde que rehúsa
la armonía de aquellos peinados maternales,
cuando íbamos vestidos de ropa nueva a Misa
dominical, y pese a los serios rituales,
al ver al monaguillo soltábamos la risa.

Oh, los juegos con novias de traje a las rodillas,
los besos inocentes que se dan a hurtadillas
a la bebé amorosa de diez o doce años,
y los sedeños roces de los rizos castaños
y las rimas primeras y las cartas primeras
que motivan insomnios y producen ojeras.

¡Adolescencia mía! te llevas tantas cosas,
¡que dudo si ha de darme la juventud más rosas!,
¡y siento como nunca la tristeza sin nombre,
de dejar de ser niño y empezar a ser hombre!
Hoy no es la adolescente mirada y risa franca
sino el cansado gesto de precoz amargura,
y está el alma, que fuera una paloma blanca,
triste de tantos sueños y de tanta lectura...!


LA RESPUESTA

Muda a mis ruegos, impasible y fría,
en el sofá de rojo terciopelo
un pálido jazmín hecho de hielo
tu enigmático rostro parecía.

La hostia solar, en roja eucaristía,
se ocultaba en el mar; y, al dulce cielo,
el divino Chopin su desconsuelo
en un sollozo trémulo decía.
Y cuando, por oír esa palabra
que eternos lutos o venturas labra,
te hablé de tu desdén y mi agonía,
con ademán de reina mancillada
me clavaste el puñal de tu mirada,
muda a mis ruegos, impasible y fría.

LA EXTRAÑA VISITA

Por la noche la Muerte las alcobas visita
donde dormimos nuestros apetitos bestiales y,
buen vendimiador, los frutos escogita
de sus vendimias eternales.

Una vez a mí lado llegó calladamente
y, cual si fuera un miembro próximo de la familia,
me acarició las manos y me besó la frente;
yo comprendí todo...

Y, desde esa vigilia,
ella marcha conmigo
y se acuesta en mí lecho
y su mirar oscuro toda mi vida abarca...
¿No ves, por mi actitud, que estoy como en acecho
del rumor con que boga su misteriosa barca?

EL PRECEPTO

Deja la plaza pública al fariseo, deja
la calle al necio y tú enciérrate, alma mía,
y que sólo la lira interprete tu queja
y conozca el secreto de tu melancolía.

En los brazos del Tiempo la juventud se aleja,
pero su aroma nos embriaga todavía
y la empañada luna del Recuerdo refleja
las arrugas del rostro que adoramos un día.

Y todo por vivir la vida tan de prisa,
por el fugaz encanto de aquella loca risa,
alegre como un son de campanas pascuales,
por el beso enigmático de la boca florida,
por el árbol maligno cuyas pomas fatales
de empozoñadas mieles envenenan la Vida.

SE VA CON ALGO MÍO

Se va con algo mío la tarde que se aleja;
mi dolor de vivir es un dolor de amar;
y al son de la garúa, en la antigua calleja,
me invade un infinito deseo de llorar.

Que son cosas de niño, me dices; quién me diera
tener una perenne inconsciencia infantil;
ser del reino del día y de la primavera,
del ruiseñor que canta y del alba de Abril.

Ah, ser pueril, ser puro, ser canoro, ser suave;
trino, perfume o canto, crepúsculo o aurora!
Como la flor que aroma la vida y no lo sabe,
como el astro que alumbra las noches y lo ignora.

RAUL ARIAS

(Quito, 1943). Militó en el grupo Tzántzicos en la década de los años 60 y publicó en la revista Pucuna sus primeras producciones literarias. En la década de los 70 formó parte del cuerpo de redacción de la revista La bufanda del sol.

Obra literaria: Poesía en bicicleta, 1975; Lechuzario, poesía, 1983; Trinofobias, poesía, 1988; Signos en el fuego, reportajes, 1987; Espejo: un zapador de la colonia americana, obra premiada en el Concurso de Libretos de Radioteatro de Radio Televisión Alemana, 1989; Luces y espejos en la oscuridad, escrita en colaboración con Iván Toledo, Premio Nacional de Obras de Teatro convocado por la Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1990; Cinemavida, poesía, 1995; Caracol en llamas, poesía, y Picadas del viento, radioteatro (2001); Pedal de viento, antología poética, 2004; Duende escapado del espejo, volumen que recoge trabajos sobre Eugenio Espejo, 2006.

Su poesía se ha incluido en antologías del Ecuador y otros países.

Ha producido las series radiofónicas: Pensamiento y cultura de Nuestra América, 1980, veinte programas con escritores y poetas latinoamericanos; Escritores Ecuatorianos, 1981, veinte programas con escritores y poetas ecuatorianos; Reportaje a treinta poetas ecuatorianos, 1988.

La libertad buscando patria, CD con la vida y poesía de Jorge Carrera Andrade, abril 2007.

SELECCIÓN POÉTICA

No sé cómo soy
ni me interesa.
¿A usted le interesa?
Siento la piel del viento
y la acaricio.
No derramo una lágrima-lente
detrás de una puerta
ni viro un vaso
para que se ahoguen
El sol me quema
y me agrada.
Puedo ser la tangente
del mundo
pero vivo mal.
Leo los periódicos
para enterarme
que hablan mal de mí.
Digo: si no me conocen
¿cómo pueden hablar mal de mí?
Empujo una carreta,
llevo un balde,
pregono
lo que ustedes ven.
Voy a las plazas,
no me escondo,
no me conocen
ni me conozco muy bien yo.
No sé cómo soy
ni me interesa.

* * *

El poeta maldito que quiere pasarse las horas
bajo agradables techos, recogiendo las moscas
o peinándole a dios su peluca tostada.
El poeta maldito que no quiere ser desplazado
y sus dos brazos medio rotos luchan por coger
el arroz entero y echárselo a la panza.
El navajero y pelador de palabras
como papas con gusano.
El oidor incesante.
El casi criminal.
Linfático, nervioso estudiante de las canciones
de las cocineras y de los cantantes populares.
El todo-sol, todo-41.
Oculto puede existir para el amor
aunque de amor esté hambriento como un lobo.
¿Qué son las calles –dice- sino puentes colgantes
entre la vida y la muerte?
Sin embargo, pulidas, hermosas como ojos de iguana,
el camino desde la mosca hasta el ciego,
establecido por un trayecto de miradas,
incomparable, incomparable
en su vuelo de madera..
El poeta maldito fuma espermas para no aburrirse,
duerme en la puerta del horno
para que se queme el pan,
para que el sordo siga en su sordera,
para que el monje sea completo, con fusil.
El poeta de piscis
que prepara su testamento bajo el agua,
y cree, sobre todo cree en la superficie de la tierra,
y le estorba un moco grande
que vio pegado en la pared
y tiene que almorzar en la fonda negra
frente a un buitre de humo
y bebe chicha con esquirlas
y el un ojo ignora de vez en cuando
lo que hace el otro
y sus medias se le hayan pegado al alma
y el alma llena de mugre vaya a parar
junto a la ropa en una soga, a secarse,
para que le sigan usando.

Quiso desposarse y ahora hay problema
en el ruido del bosque.
El canto del pájaro, a las seis.
El yunque, a las seis.
Para que siga durmiendo el bienpensante.
No sabe aún si quiere cabra, puta, violeta y fragancia
o mugre entumecida y triste.
Paseó por el bosque con el sexo erecto
detrás de la bragueta.
Junto a él –rumor de hojas frescas-
la tibia escalinata del amor, rodeada el talle
por manos anhelantes.
La luna en Verne, lámparamor todavía,
y abajo entre las ramas y la noche,
el vello jugoso exprimiendo cortinas.
El amor quizá sea grande cuando se lo continúe.
cuando lo canten mil y otro mil lo escuchen atentos.
Ahora, no. Ahora es una revista pornográfica,
un coito con tijeras.
“Estate quieta, estatua de la vida”.
“Prohibiré la lucha de clases”.
Con tanta estupidez, el sol parece quemar más
¡y que así sea!
“La amé en un portal.
Fuimos a la iglesia
Para acariciar sus senos”.
“Almorzamos con tal vagabundo.
Nos reímos mucho. Del carajo y del plato sucio”.
Despósate.
Quedemos en esto.

* * *

con la lucidez de los muertos
estos hombres caminan
con la garganta en el sol
estos hombres se mueven
se mueven
me asombran sus corbatas de hierro
entran como viento
e instalan sus ganchos en mi cuerpo
allí se quedan
mi cabeza es una escoba
que barre el vidrio del mundo
soplan niños
que se esconden en cajas de fósforos
me empujan hacia tumbas innumerables
se esparcen mis pedazos
nadie me ayuda a buscarlos
siento que estoy en el circo viendo animales de la selva
me río en el horizonte
cae el cielo y me ahoga
nadie quiere gritar conmigo
parece difícil
una cuerda anuda mis pedazos
salgo a las plazas y me muestro
rostros de papel pasan
pasan
y quedo sin saber qué soy

* * *

el sexo es una gran noche
que no se olvida de castigar a sus creyentes

el olor más fecundo es el que exhalan
todos los hombres

el mar más inmenso
el que cabe en mi lengua

la mujer más perfecta
la que orina en las calles
y pare genios al mundo

tengo un recuerdo de selva en el sexo
las noches caen en mis manos
como árboles locos
reparto en cada plato un sudor niño
que será consumido con el fuego del sol


* * *
Preparo los pensamientos para mañana

Tengo mi locura hecha:
conseguiré tu amor
a temprana hora
en el lecho de mi hermano.
Yo, ¿qué puedo ofrecerte?
Mi cinismo,
mi mal humor
mis manos
para acariciar tus cabellos,
mi dulzura opaca.
Tenlo en cuenta: óyeme
cuando te llame.
Te esperaré en el sitio imprevisto.

* * *

así,
sol encallecido, encabritado con todos
los dolores posibles de esta tierra
-pequeño trompo lanzado
por la piola de algún loco-;
así,
digestando la cabeza,
expulsado de un óvulo,
átomo que flota en un viento con dientes;
así,
o realista,
caminando tranquilo entre casas normales,
mugrientas, con viejas cuchicheando del dios vivo
y la vecina, riéndose de sus piojos y sus curas,
yendo al cine con una muchacha mientras en mi país
Santo Domingo, en mi corazón Vietnam,
unos señores asesinos
matan mis hermanos, padres, abuelos;
así,
potenciándome el mundo
voy;
así nomás es todo esto,
te cae un edificio de mentiras encima
o el motociclista te mira
como un ladrón;
pero entras en un bosque y ves claro,
tragas tierra y agua
y sales limpio;
o mejor,
en un barrio de esos
por los que diariamente chorrean por las calles
borrachos negros, y no necesitas decir
soy poeta
escribo poemas perfectos;

en realidad
mi voz se funde con lo que comprendo,
se que la dejo entre dos ladridos de luna,
en la hermana triste, en algún rincón sórdido;
más poeta soy cuando me alejo de una cama
con mujer desnuda, y digo: es hermoso el mundo,
es mujer el mundo, no es como creen los idiotas
derrotado el mundo;

así
yo no ordeño palabras para que se rían o lloren,
no soy propagandista de mí mismo,
me meto a los sitios que me gustan,
con las gentes que me gustan;
me cago en los partidos
pero quiero un partido para luchar mejor
y botar la basura de este siglo;

así,
contaminado y todo
camino, llamo, subo a los buses,
me meto los dedos a la nariz,
trepo a los postes, sus luces me muelen las costillas,
trago polvo y música,
bailo con los locos en los hospicios,
visito presos en las cárceles;

los subversivos contienen
pasos en sus manos;
las lenguas son dulces; caminamos
encima de diferentes hilos; la luna
está enlazada,
nosotros
lo sabemos mejor que nadie;

la luna es hermosa,
les patea en las narices
a los poetas románticos,

así,
o de otra forma,
sinuoso, helicoidal,
en vuestros puños y en los míos,
caminando,
hablando,
luchando.

ALFONSO MURRIAGUI


Alfonso Murriagui, nace en Quito en 1929, Estudia en la Escuela de Comunicación Social, periodista y profesor de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador, durante 25 años, ha dedicado su vida a la defensa y difusión del Arte Popular. Actualmente sigue trabajando en poesía, narrativa y dramaturgia; es miembro del Comité de Redacción del Semanario Opción.

Murriagui es un hombre comprometido con su pueblo y las causas justas, militante de izquierda sin claudicaciones, maestro ético y preocupado en la formación de comunicadores responsables, generoso amigo, trabajador del arte popular, periodista y comunicador veraz, investigador acucioso.

En 1961 es parte fundacional del grupo Tzántzico, se encuentra entre sus promotores, integra la redacción de la revista Pucuna; fue Vicepresidente de la Asociación de escritores Jóvenes del Ecuador en 1965; Director de Relaciones Públicas de la Universidad Técnica Luís Vargas Torres de Esmeraldas 1972-1976; Director de Difusión Cultural de la Facultad de Filosofía de la Universidad Central 1985-1992.

Poeta, Narrador y Dramaturgo, ha publicado Poesía Universitaria 1962; 33 Abajo, primer libro Tzántzico Editorial Universitaria Quito 1965; Pampa de Oro (relato) 1981; Las huellas del Futuro, Quito Editorial de la Facultad de Filosofía 1987; La vida y otros paisajes (poesía), Ambato 1987; El ritual de los noctámbulos (poesía y cuento) varios autores 1991; Con las mismas palabras (poesía) Colección Pachacámac Fondo 1993. Inéditos: La verdadera historia del mejor trompón del mundo, 8relato) ; De la rockola al calabozo (novela) ; Los pobres no somos ladrones (relato) ; Desde mi soledad (poesía) ; Entre las nubes y el asfalto (poesía). Sus poesías constan en la Antología de Poesía Viva Latinoamérica de Aldo Pellegrini, Editorial Seix Barral España; en Antología de la poesía Latinoamericana Italia Editorial Feltrinoli y sus cuentos figuran en el índice de Narrativa Ecuatoriana realizada por Simón Zavala en 1992.

Entre los Premios figura: el Segundo premio en los Juegos Florales de Ambato en 1987; Tercer premio en el Tercer Concurso Universitario de Poesía y Cuento 1991; Primer Premio en el V Concurso de Poesía, convocado por la Asociación de Empleados de la Universidad Central en 1993 ; Segundo Premio Universitario en el Área Artística y Literaria 1995; Segundo Premio Universitario en el Área Artística Literaria 1998.

SELECCIÓN POÉTICA


DESDE EL OJO DEL ÁRBOL

Agazapado, tenso,
con el huracán en el ojo,
camino sobre el mundo
con la esperanza
de que un hombre nuevo
se levante.

Sabemos que la quietud
no sirve
para sacar las espinas
que mantienen despierto
al intestino,
ni que los dos maderos
que clavan mi otro yo
pueden oscurecer el rayo cenital
que habita en los caminos.

Si estuviera inmaduro,
buscaría un pretexto
para decapitar al pez
que viaja rectilíneo,
o dejaría que se mantenga
quieto el rascacielos
que juega en la sombra
del agua.

Pero sabemos
que vienen otros tiempos,
que la memoria
ya no está deslumbrada
y que los dientes
son piedras preparadas
para romper
el miedo que nos ata.

Por eso poco importan
los minutos de espera,
si sabemos que viene
la innovación secreta,
en el ojo del árbol
o en la raíz del agua


LA HORA DE LOS CONEJOS

En la noche,
cuando tienes sumergida
la caricia
en un nudo de arena,
cuando de tu presencia
solo habla
la huella de la luciérnaga,
buscas la voz del fuego
para alumbrar tu rostro.

En la noche,
cuando desfilas por la hierba
en busca de tu hermano
y bañas tus recuerdos
en las alas viajeras
de tu ancestro,
desconoces el nombre
que te pusieron
dos veces al revés
para ocultar tu nombre
.
Cuidas tu noche
porque sabes que servirá
para escapar del látigo,
para contar los capulíes
y dar vuelta al mensaje
que danza en la fogata.

Tu vienes por la noche
y tus manos
se van por las veredas
buscando las huellas
de los conejos
o la cascada gris
de la neblina.

Por eso tienes
las rodillas en punta,
la lengua afilada
para beber las sombras
y los brazos atentos
para decapitar los grillos
que te espantan.

DOS VECES VIDA

Vuelve dos veces
al sitio de tus párpados,
retoma tu intestino
y aléjate del fondo
de tu lagaña ausente
para desconocer lo conocido.
Deja de estar sujeto
al paso absorto
en la mitad del hilo;
escapa de la urgencia
que se pudre
en las puntadas viejas
del mismo amanecer
embrutecido.

Ponte tus dos mitades,
saca tus nuevos dedos
y camina seguro
por las frescas raíces

¿Crees que te darán
los surcos por tus manos?
¿Te comprarán los ojos
por un juego completo
de pan nuevo?
¿Te ofrecerán camisas
transparentes
para cubrir tus siglos?

¡No!
Todo te negarán,
te llamarán perverso
cuando quieran hundirte
y te dirán hermano
cuando quieran pisar,
sin que protestes,
tus mil huesos ausentes.

Tienes que desconfiar,
dejar de lamentarte
por el agua que pasa;
tienes que ir, resuelto,
a rescatar el polvo
que deja tu mejilla.

No tengas miedo al grito
ni al caballo que salta.
Tú puedes, alza el NO
y no te quedes sumiso
sin la vida.
Ha llegado la hora
de dar la media vuelta,
de saltar contra el muro
y arrojar, con tus manos,
el dolor y la afrenta.

DESDE LAS RAICES

El recorrido siempre fue igual
desde la lengua del caracol
hasta la barba del maíz.
Sus huellas están presentes
en el paisaje que refleja
la luz y el hambre
de todas nuestras gentes.
Ya nos hemos cansado
de andar la misma ruta;
queremos hacer otros caminos,
desenterrar los soles escondidos
y salir con las manos
llenas de nuevos hijos.

LA SANGRE Y SU RECUERDO

Cae la pestaña y se va,
con un pedazo de ojo,
a descansar
al fondo de la lluvia.

Cae la palabra
y se lleva
la soledad del viento
a navegar de contrabando
al río.

Cae la sangre
y sigue circulando
en la moneda abierta
del recuerdo.

Así,
mientras la lluvia se evapora
y el viento se adormece,
los glóbulos
sedientos de futuro
van llenando los sueños
con su savia.


EN BUSCA DE RESPUESTA

Busca la luz que te hace falta,
descubre la música
que tienes en tu barro
y tu mañana.

Todo lo que reclamas
está en tu propia sangre,
en la nube espectral
que dejó tu presencia
en la piedra ignorada.

¿Por qué tus ojos limpios
buscan la luz
en playas ignoradas,
si tienes en tus manos
el color de tu misma
indumentaria?

¿Para qué esas preguntas
al forastero
que perdió su carpa,
si no te va dejando
media hora de esperanza?

Sabes cuánto te beneficia
la alborada
y jamás te detienes
a refrescar tus pasos
en la escarcha.

Vas sin buscar respuestas,
sin preparar tus dientes,
ni dar las dos puntadas
que faltan al paladar del agua.

¡Deja de reclamar
el sol,
toma tu voz y canta!

LAS REDES DEL INSOMNIO

Es fácil dar la vuelta
el calendario,
tachar los días malos
o suprimir, sin prisa,
los domingos.

Pero vivir a fondo
los minutos,
darle el tiempo preciso
a la media hora,
señalar el instante
del retorno,
eso ya no es tan fácil.

Porque se acaba el tiempo
tratando de lograr
un pez redondo,
que caiga
entre las redes
del insomnio.


VIAJANDO EN LA PALABRA

Somos desde hace tiempo,
venimos del mismo continente
en donde, poco a poco
quieren sacrificar
a las luciérnagas.

No nos han dicho nada,
pero todos los días
la piel se va estirando
para abrazar al río y
besar la montaña.
Ya pasaron los tiempos
de naufragar en sueños;
hoy queremos viajar
al fin de la palabra,
para darle la forma exacta
a la esperanza.

¡HOLA!

¡ Hola ! río viajero,
pájaro que rompes
la soledad
con tu guitarra.

¡ Hola ! carrizo firme,
voces de rondador
en tu garganta.


¡ Hola ! manos y dientes
progresivos,
que muerden el futuro
y amasan la canción
de los caminos.

Este ¡ Hola ! general,
es para la firmeza
de la gente
y para el duende eterno
que me habita;
para los camaradas
que se fueron
y para los que beben
la luz
en los nuevos senderos.


I

Yo no nací
para quedarme quieto,
clavado como señal
de kilometraje
en el camino.

Necesito viajar
en las manos del aire,
irme por las raíces
hasta encontrar
al hombre nuevo
en la canción del agua.

II

Cuando muera,
los árboles que sembré
se quedarán firmes,
proyectando al viento
mis recuerdos.


III

Desde la ventana
miro el bosque,
el vuelo
de los pájaros;
el enjaulado
soy yo.

IV

Mientras la lluvia cae,
los pájaros
planifican la paz
bajo la acacia.

V

Eucalipto:
árbol de peces iguales
que navegan lentamente
entre las ondas del aire.

Murmullo de mil cristales
que se rompen en la tarde,
manos tenues que dibujan
el paso de las edades.

Manojo de peces secos,
dedos que juegan al aire;
en tus ramas se han quedado
verdes los gritos del aire.

VI

Excéntrico señor,
dueño del bosque,
suspendido en el aire
el colibrí se baña
con la miel del geranio
y la luz de la tarde.


VII

El horizonte
es una línea
imaginaria
que se borra
de las pupilas
cuando la muerte
nos atrapa.


II

El beso
es una pluma
o la dulce expresión
de una manzana;
es la luz detenida
en el instante
en que la vida
canta.

III

Nombre de mar,
sonrisa de ternura,
mi compañera
teje la mañana
mientras los colibríes
chupan la miel
en sus pupilas claras.

IV

Si tus ojos
se detienen a mirarme,
me quemaré, adentro,
con la candela
de la esperanza.

V

Mantente despierta:
si cierras los ojos
se me apaga
el mundo.

VI

Se da la vuelta el tiempo
y nos encuentra
buscando la memoria
de los sueños,
el túnel de los besos,
el fuego que habitó
nuestros silencios.

Y volvemos a estar,
como al comienzo,
en el ojo del agua
y su misterio,
en senderos distintos
que al unirse
recobran la ternura
de los viejos recuerdos.

I

Se que la vida
no se va, se queda
en la mitad
de todos los caminos,
en la mirada azul
de los que pasan,
en la guitarra clara
del recuerdo.

II

Dejamos pasar la vida,
simplemente,
sin comprender que vivir
es robarle
algo a la vida.


III

Para que la derrota
no nos empuje
al lado negro,
debemos darnos cuenta
de que emergemos
desde el suelo,
que las cosas nos marcan
en el ojo
y que la gente
confía en nuestra fuerza
para tomar la luz
y conducir el fuego.

IX

Con la guitarra al hombro
al poeta es un pez
que escala la mañana
y busca en la ciudad
o en la montaña
las palabras precisas
para planificar
la luz y la esperanza.

X

A cada cual su tiempo:
a la abeja,
el tiempo de las flores;
a la luna,
el tiempo de las algas;
el fusil,
el tiempo de los pueblos.

De LOS INSTANTES
DEL AGUA

(fragmentos)

II

La magia del agua:
de su caricia nacen
los caracoles
y las algas.

III

Si buscamos
algo que se iguale
al amor,
encontraremos
que no hay un beso
tan envolvente y tierno
como el beso
del agua.

VI

Abre la boca, pez,
quítale, de sorpresa,
dos segundos de luz
al agua quieta.

VII

El alcatraz
lima con su radar
la piel
del agua.