miércoles, 25 de junio de 2008

MARCELO BÁEZ MEZA, Guayaquil 1968

HIC NOVAE VITA PORTA EST
fragmentos


ABLUCIÓN

Nací cuando tenía treinta y tres años
Respiraba como un pez que extrañaba el mar.
El cordón umbilical en mi cuello
Momento vital el de la primera imagen
Lloré porque me habían expulsado del paraíso.
Mi madre era blanca como lo blanco
Y más bella que lo bello
Era una mujer que me traducía la realidad.
A los cinco años me contó toda mi vida
Desde el momento en que estuve escondido en su vientre
Hasta el día de mi muerte.
La ablución no se hizo esperar:
En un lavabo se me bautizó para ser humano.
Desde entonces echo de menos el agua de la placenta
Se me limpió de las algas y arenas del océano amniótico.
Mi padre era más taciturno que una sombra.
Cuando tenía cincuenta meses
Me llevó a la sala de un cine
A los diez años me prestó sus viejos diarios.
Por ellos supe cada tarde
Yo portaba el virus de alguna locura
De esa manía de registrar imágenes
Y de ser el vigía de las realidades
El incautador de las cosas.
El hacedor de versos con cicatrices
Vocablos íntimos
Como una oración pagana.

LA PUERTA No. 3

Abriré las puertas del cementerio para liberar a mis muertos
Cortaré las alas de los ángeles de piedra
Con ellas mis hermanos escaparán del purgatorio
¿Por qué se construyeron los camposantos
en el borde las ciudades?
Yo no quiero llevar allá a mis muertos
Quiero hundirlos para siempre en el río
¿Quién diablos me asegura
que ésta es en verdad la puerta de la nueva vida?
¿Quién se atreve a confesar
que el demonio le regaló sus alas a dios?
No sé qué ansían plantear estas preguntas
Pero ya las he escrito
Para nada pienso borrarlas o clarificarlas
Yo solo sé que me voy a morir y no me importa

ZAGUÁN DE ALUMINIO

Puerta del oscuro zaguán:
eres el límite donde se comunican la ciudad y mi encierro
Vivo con rasgos ajenos
Me escondo de mí y de los demás
¿Qué haré cuando acabe de hurtar
todos los rostros del puerto?
Imagino que le pregunto mi nombre a la gente
Debería de existir alguien que sepa algo sobre mí
Busco las líneas de mis manos
Alguien las ha borrado
No le pediré a ningún transeúnte que me dibuje una
Tan solo una línea imaginaria que me permita existir

LA AUSENCIA SOLO SE DEFINE A PARTIR DE QUIEN SE QUEDA

Quise enseñarte la ciudad que no conocías
El filo de Suburbia
La puerta número tres del cementerio cuya inscripción rezaba:
Hic novae vitae porta est
Por allí habríamos entrado a un paradiso
A ver las estatuas que cobran vida en la noche
Me habría gustado tomar contigo líneas de buses en las
/que nunca te habías embarcado antes
Ir a los mercados donde venden
Libros usados con títulos no imaginables
Todo esto es como un poema nunca escrito
Un verso que se llevó la ría
De nada sirve escribir lo que pudo haber pasado
La puerta el cementerio miente:
Esta no es la puerta de la nueva vida

ASTERIÓN

Deambulo por allí ocultando mi nombre
Sé que alguna esquina esconde a mi redentor
Desconozco la forma de su castigo
Temo el filo de sus dagas
¿Cómo será su rostro hecho del mío?
Él me ayuda a conocer mejor la ciudad
Su acoso me hace huir hacia barrios insospechados
Está despierto mientras duermo
Sabe cómo concluir mi biografía
No hace más que contar los pasos que doy
Se escabulle entre portales
O por los rincones de algún bar
Cuando me aborde confesará:
Vengo por tu extremaunción
Lo reconoceré porque sus rasgos
Ansiarán parecerse a los míos

1 comentario:

Edson Lechuga dijo...

Hola, mi nombre es Edson Lechuga, soy escritor y vivo en Barcelona. Estoy tratando de localizar a Marcelo Baez para invitarlo a un festival. ¿Alguien podría ayudarme?
yonosoy.edsonlechuga@gmail.com
yonosoyedsonlechuga.blogspot.com

Gracias.